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Evitan apagones con respaldo inteligente Ante el riesgo de apagones industriales, empresas adoptan sistemas de almacenamiento energético con inteligencia artificial para proteger su operación.

Con la red eléctrica nacional bajo presión y una alerta por posibles apagones en julio, la industria mexicana enfrenta un escenario de vulnerabilidad operativa. 

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La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la presidenta Claudia Sheinbaum han advertido sobre riesgos de interrupciones del servicio en estados clave como Nuevo León, Coahuila, Yucatán, Querétaro y Jalisco, donde se concentra más del 60% del consumo eléctrico nacional.

La demanda industrial aumentó 5.4% respecto al mismo mes de 2024, mientras que fenómenos como tormentas solares y la ola de calor acentúan los riesgos.

Riesgo industrial

La situación ya ha provocado más de 335,000 afectaciones a usuarios industriales y paros temporales en algunos parques. Aunque el margen de reserva operativa supera el 10%, las horas pico de 18:00 a 21:00 horas representan el mayor desafío.

La CFE ha solicitado a las industrias reducir su consumo en esos horarios críticos para evitar fallos generalizados.

Sin embargo, ante la alta dependencia energética de los procesos industriales, muchas empresas han comenzado a adoptar soluciones tecnológicas para mantener su continuidad operativa.

Solución energética

Los sistemas de almacenamiento de energía con baterías (BESS), como los desarrollados por Quartux, permiten acumular electricidad en momentos de baja demanda y liberar respaldo automático cuando la red falla.

Estas soluciones integran inteligencia artificial para monitorear y optimizar el consumo energético en tiempo real, detectar anomalías y activar mecanismos preventivos antes de que ocurran apagones.

El software de Quartux no sólo evita interrupciones, sino que también permite a las empresas proteger infraestructura crítica y reducir pérdidas.

Estrategia clave

Con el impulso del nearshoring y la llegada de nuevas inversiones industriales al país, la confiabilidad eléctrica se ha vuelto estratégica.

Las empresas que operan en regiones con alta presión energética están migrando hacia modelos de gestión autónoma de energía, donde la anticipación y el control inteligente son factores clave.

Esta transición no solo protege a las compañías, sino que contribuye a estabilizar la red nacional.

La creciente dependencia de tecnologías como los BESS marca una tendencia de fondo: en un entorno donde la energía estable ya no está garantizada, la autonomía energética se convierte en un elemento central para la competitividad.

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